Cuando crecemos erdemos algo muy importante que tenemos en la niñez y es la inocencia. Esa palabra, es la que hace que un niño crea en las hadas, en Peter Pan, en los gnomos, en todo lo fantastico, pero además, esa palabra es la que hace que en nuestra imaginación creemos mundos en los que somos princesas vestidas de rosa, donde un principe azul, en su corcel blanco nos salve de la malvada bruja.
Cuando crecemos y nos hacemos adultos perdemos esa magia, perdemos el poder de crear con la imaginación, perdemos el creer en las hadas y en Peter Pan.
" La primera lágrima de un bebe, cuando cae, en esa lágrima nace un hada. Cuando alguien dice no creo en las hadas, un hada muere al instante".
No perdamos eso que nos hace especiales cuando somos pequeños, creamos en las hadas y tendremos un mundo donde escondernos cuando las cosas vayan mal.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hay gente que nos quiere hacer creer que esta vida es un valle de lágrimas. Es irónico ver que los niños que nacen son golpeados para que lloren y con eso llenen sus pulmones de vida. Esas lágrimas nos dan la vida. Y son esos mismos médicos quiénes diagnostican nuestra muerte cuando nuestro corazón se para. Lloremos pues cuando haga falta, que vengan las hadas de las que hablas, y evitemos así que sufra el corazón, como bien dices. Las hadas son un síntoma de estar vivos. Amadlas.
ResponderEliminarLa guerra, los maltratos, las discusiones, los odios, las envidias,la muerte... Todo esto es lo que hace que lloremos... que lloremos, porque vemos sufrir a gente, que lloremos por ver el maltrato a seres vivos, por la perdida de un ser muy querido... El mundo de la fantasia es un mundo mágico, si perdemos esa mágia...¿Que nos queda?
ResponderEliminarPor desgracia, el ser humano discute por todo y quien diga lo contrario es un E.T.
La mágia es lo que nos hace estar vivos.